Manolo Hernández Douen
Omar Vizquel esperó
siete años en Grandes Ligas para disfrutar del sabor de los Play-Offs.
Quizás necesite
solamente uno para llegar a la Serie Mundial en calidad de instructor.
Debutante como coach
en un equipo que ya ganó la División Central de la Liga Americana en tres
campañas seguidas e intervino en el Clásico de Octubre apenas hace dos años, Vizquel ha sido un factor exitoso de los Tigres
de Detroit en 2014.
Su valiosa
experiencia como pelotero, su habilidad para comunicarse con todos los que le
rodean y su destreza como tutor de futuras estrellas de la talla de su paisano
Elvis Andrus, paracorto de los Rangers de Texas, son apenas algunas de las
cualidades que lo hacen un hombre muy valioso para una organización de Grandes
Ligas.
“Siempre está de buen
humor, animado y conoce la pelota”, elogió el dirigente debutante de los
Tigres, Brad Ausmus, a una pregunta de Béisbol por Gotas. “Sobresale en lo que
hace. Se comunica muy bien con muchos peloteros. A todos les cae bien.
“Puedo vislumbrar que
pueda ser algún día un dirigente en las Grandes Ligas”, pronosticó Ausmus,
cuyos Tigres emplean a Vizquel como coach de primera base, así como instructor
de fildeo y para el desplazamiento en las almohadillas.
¿Está calificado
Vizquel para esas funciones con un equipo ganador? Por favor. Eso es más o
menos cómo preguntar si las arepas son sabrosas.
El venezolano de 47
años de edad se retiró como pelotero luego de la campaña de 2012 tras hilvanar
una trayectoria de 29 campañas como profesional, incluyendo 24 en el Béisbol de
Lujo. Sus 2,968 imparables, 404 bases robadas, 11 Guantes de Oro y el mejor
porcentaje de fildeo de la historia (.985) entre paracortos con 1,000 juegos o
más son apenas un pequeño ejemplo de su legado.
Con semejante
historial y con personalidad caracterizada por una humildad a toda prueba, es
el tipo de ser humano que usted escucha y del cual se aprende.
Para muestra un
botón: Vizquel ha sido el profesor ideal de Nick Castellanos en su pase de los
jardines a su viejo amor en la pelota amateur, la esquina caliente.
“Trabaja con Nick
práciticamente de lanzamiento a lanzamiento”, describió el ex receptor Ausmus.
“Lo ayuda a entender la situación cuando la misma se presente. Por supuesto,
también se la pasa trabajando con él antes de cada juego”.
El saldo ha sido la
obtención de un tercera base sólido para los felinos rayados en el joven
floridano de 22 años seleccionado por Detroit en la primera ronda del
reclutamiento de talento amateur de 2010 fundamentalmente por el bateo.
En sus primeros 98
partidos de la temporada en la esquina caliente, Castellanos apenas cometió
ocho errores. Quizás le falte bastante para poder compararse a un Josh Donaldson, que abrió como antesalista titular por
la Liga Americana en el Juego de Estrellas de 2014, pero vale citar que el
valioso pelotero de los Atléticos de Oakland llevaba 19 marfiladas en un lapso
similar.
“Realmente, le doy
todo el crédito por mi éxito a él”, precisó Castellanos en su respuesta para
los lectores de nuestro hogar beisbolero. “Ha invertido mucho tiempo en mi.
“Uno no puede ponerle
precio a sus conocimientos y experiencia en este juego”, dijo Castellanos, que
heredó la tercera base de los felinos rayados al volver el poderoso venezolano
Miguel Cabrera a la primera en 2014. “Lo que lo hace más grandioso es que Omar
lo anima a uno a disfrutar de todo. Hace las cosas de modo correcto y a la vez
no me pone ningún tipo de presiones”.
¿Cómo describir
algunas de las cosas que hace Vizquel con Castellanos? Hay que dejar que el
propio tercera base lo explique mejor.
“Siempre me está
ayudando a estar en la posición adecuada durante el juego”, reveló el antesalista Castellanos en la visita de los Tigres a Oakland. “Me conoce, trabaja bien conmigo. Me mantiene confiado, me mantiene animado”.
No hay que buscarle
mucha conversación a Vizquel para saber de inmediato que el venezolano disfruta
a plenitud de lo que hace con Castellanos y otros peloteros de los Tigres,
desde el súper veterano Cabrera hasta Eugenio Suárez, paracorto de la tierra de
Simón Bolívar que se abre camino con Detroit.
“Lo más importante
para mí es que Nick haga las jugadas de rutina constantemente porque las otras
van a venir poco a poco solas”, analizó Vizquel para Béisbol por Gotas. “No me
molesta que falle en un roletazo que vaya hacia su mano derecha, pero necesita
hacer las jugadas que están de frente a él casi todo el tiempo y en éso lo ha
hecho muy bien”.
La faena diaria de
aconsejar a sus pupilos trae un beneficio mutuo, por cuanto Vizquel considera
que él también aprende una enormidad de sus nuevas tareas.
“No es tan fácil como
uno cree”, admitió Vizquel. “Algunas veces uno quisiera transmitir toda la
información que posee, pero en diferentes situaciones algunas se te escapan.
Hoy en día hemos aprendido un poquito de cómo llegar a decirle cosas a los
muchachos a través de las señas y cosas que se hacen con las manos desde el
dugout”.
Es bien satisfactorio
para Vizquel “el hecho de que me puedo comunicar con cada uno de ellos y que
han captado el mensaje que uno trata de darles”.
Por otra parte,
Vizquel está bien contento de que su relación con el dirigente Ausmus “ha sido
muy buena, indudablemente”.
“Yo no lo conocía
antes de llegar a los Tigres”, reveló Vizquel en la visita de Detroit a Oakland.
“Nos saludamos un par de veces
cuando lo veía en el terreno de juego, pero en verdad nunca fuimos amigos así
de que salíamos a comer.
“Fue sorpresiva la
decisión de traerme aquí, hubo gran influencia de Víctor Martínez (su paisano, bateador
designado-primera base) y Cabrera”, agradeció Vizquel. “Necesitaban un
venezolano para ayudarlos a ellos en el cuadro. Tenemos un par de prospectos en
la organización como Suárez y Hernán Pérez que pudieran también recurrir a los
mensajes positivos que yo pueda darles”.
Con respecto a la
relación con Ausmus, el otrora paracorto de lujo manifestó que “nos hemos
ayudado mutuamente”.
“La principal persona
para él es Gene Lamont (coach de banca), que está a su lado a cada ratito y le
recuerda las cosas que puedan ocurrir en el juego”.
Una de las cosas más
importantes del nuevo trabajo de Vizquel, quien fuera instructor ambulante de
los Angelinos de (por favor ya no los llamen de Los Angeles) Anaheim en 2013,
es que le abre puertas hacia su sueño: ser un dirigente en las Grandes Ligas.
“El hecho de ser un
coach en un equipo que tiende a llegar muy lejos, unos Tigres con mucho
talento, me hace pensar que es un paso grande para ser manager, algo que siempre
he querido hacer en el futuro”, declaró Vizquel.
Alguien pudiera
preguntarse si el caraqueño Vizquel extraña su actividad como pelotero, pero es
algo que ya no le pasa por la mente.
“Le dí al béisbol
todos los años de mi vida, sacrifiqué muchas horas de trabajo para tratar de
ser lo mejor posible en el terreno de juego”, recordó el hombre que debutó en
las Grandes Ligas como pelotero en 1989 con los Marineros de Seattle. “Me
siento muy satisfecho, muy afortunado de haber recibido la oportunidad por
tantos años de demostrarle a la gente lo que podía hacer”.
Quizás se pudo haber
producido el debut de Vizquel como dirigente en la pelota invernal venezolana,
pero ése no será el caso, por lo menos por ahora.
“Ya estuve con los
Leones del Caracas el año pasado, llegué un poco tarde, ya todo el mundo tenía
su trabajo asignado”, recordó Vizquel. “Me abrieron sus puertas para estar en
su equipo y pude conocer un poquito del talento que se estaba creando allá.
“Voy a tratar de
relajarme después de este año, a ver qué pasa el que viene”, culminó Vizquel,
que cualquier día de estos aparece de nuevo en los titulares de prensa, quizás
ahora como nuevo dirigente en el Béisbol de Lujo.
Hasta pronto y, por
favor, nunca pierdan la esperanza.
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